El concepto de sacrificio de animales es totalmente especista y debería poder utilizarse sin miedo el término «asesinato» para este tipo de crímenes.
Aunque pueda parecer un juego de convicciones e ideas, el hecho de tildar como asesinato la muerte de un animal me puede acarrear ciertos problemas. Intento encontrar una palabra que pueda definir, sin caer en eufemismos especistas, la acción de matar a un animal no humano que quería vivir.
Sigo sin encontrarla y por eso, en mis artículos, hablo de asesinados y no de sacrificio de animales.
De hecho, siguiendo la terminología legal y la propia definición de la RAE, hablar de asesinato es hablar de un delito. Aunque en un futuro deseemos llegar hasta ese punto, lo cierto es que matar a ciertos animales no es delito. Incluso en los casos en los que así se consideran, como las mascotas, tampoco se hablaría de asesinato sino de muerte.
El asesinato se encuentra regulado en los artículos 139 y 140 del Código Penal:
Se puede definir como un delito consistente en matar a una persona, es decir, un delito de homicidio pero que además, concurra alguna de las circunstancias agravantes establecidas en el artículo 139 del CP (alevosía, precio o recompensa, ensañamiento o para cometer otro delito o encubrirlo).
Por su parte, el artículo 337 del Código Penal castiga a quien, por cualquier medio o procedimiento, maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual, a un animal doméstico o amansado.
La acción consiste en maltratar por cualquier medio a un animal sin que haya causa que justifique dicha acción. Abarca todas aquellas conductas, tanto acciones como omisiones, mediante las cuales se somete de una forma innecesaria a un animal a un dolor, sufrimiento o estrés.
De hecho, me gustaría resaltar que el hecho de que yo utilice el término de asesinato se basa en argumentaciones éticas y no legales. En ningún caso pretendo imputarle un presunto delito a alguien.
Más bien, como vemos a diario en muchas otras formas de hacer activismo en internet, trato de sensibilizar al lector con términos y conceptos que puedan hacerle reflexionar sobre las informaciones que se tratan.
Pero en relación a los animales hay varios términos que en determinadas ocasiones entran en conflicto. Sacrificio de animales, es decir, matar un animal especialmente para su consumo, y eutanasiar, práctica de acelerar o provocar la muerte de un enfermo incurable para evitarle sufrimiento, ya aplicando medios adecuados, ya renunciando a aplicar los que prolongarían su vida.
El fin que le de el ser humano, es decir, antropocéntrico y especista, define cuál sería el término políticamente apropiado a utilizar. En este caso sería sacrificio de animales. Desde luego, si algo he aprendido en mis años como periodista es que el lenguaje evoluciona y es importante.
Atisbos de optimismo para que sigamos juntos el camino a favor de otras especies.